La manzana que quería ser estrella
"Había una vez una manzana que siempre había querido ser una estrella. Nunca quiso ser una manzana. Se pasaba los días pensando, ilusionada, cómo sería una vida brillando desde el cielo.
Cada mañana, sus compañeras manzanas la invitaban a conversar y a contar divertidas historias. Reiteradamente, ella rechazaba la invitación, obsesionada como estaba con el deseo de ser una estrella rutilante.
Un buen día, viendo a las aves ascender hacia el cielo, la manzana les preguntó:
- ¿Dónde duermen de día las estrellas?
Las aves, sonriendo, dijeron:
- No, querida manzana, las estrellas están en el cielo día y noche, pero la gran luz del sol no nos permite divisarlas. Pero ahí están, en el infinito cielo, siempre con luz.
A la pobre manzana se le avivaron los deseos de ser una estrella en el alto cielo, cargada de una luz inagotable.
- Dime, viento, ¿las estrellas están fijas o se desplazan recorriendo todo el firmamento? Y si se desplazan, ¿quién las mueve?
- Las estrellas se desplazan recorriendo todo el firmamento y a una velocidad de vértigo, contestó el viento
Nuevamente se avivaron los deseos de la manzana de convertirse en una hermosa estrella. Cuando llegó la época de la maduración, la manzana seguía defraudada porque su sueño no se había hecho realidad. No era capaz de sonreír, ensimismada en su tristeza. No era feliz.
Una de los niñas la cogió y comprobó que estaba madura. Era una hermosa manzana. La niña estaba feliz. Le pidió un cuchillo a su mamá. Ella le entregó uno muy bien afilado, con la inevitable advertencia.
- Cuidado, cariño, no te cortes.
- Mirad, mirad, qué maravilla. Aquí hay una estrella.
~De un artículo de Miguel Ángel Santos Guerra~
IMÁGENES
Realizadas por Fátima López en Pizap
ES UNA HERMOSA HISTORIA, OJALA PUEDAS CONTINUAR ALIMENTANDO TU BLOG CON MÁS HISTORIAS COMO ESTA.
ResponderEliminarSALUDOS